Sueños de una canción

Tu mirada de flores marchita esconde
Entre medio de expresiones inconclusas
Las excusas vanas con las que despides
El desprecio involuntario y amargo
Que envenena a diario toda esta gris realidad
Yo no me invento ya razones para convencerte
Porque llevas enraizada la tristeza de no querer
Aceptar lo que nos dicta el corazón…

Y no intento ignorar los sentimientos
Que sumergen mi alma en este mar
De melancolía espesa y tan confusa
Por no serle fiel a lo que siento
Y trascender toda frontera irracional
Y derrumbar todos los muros tontos
Que no permiten que el amor
Se manifieste en nuestro corazón…

Sólo nos quedan fragmentos en sepia
De los recuerdos que cada vez
Más lejos se ven

Nos resignamos a un tiempo pasado
Vemos sonrisas difusas
De lo que un día fue la felicidad

Todavía no entiendes de donde te llega
La amarga suerte de esta desilusión
Y te acaricia el rostro el recuerdo
Que hace más triste ese golpe amargo de la realidad
Y desmorona a su paso todo lo que toca y que ve
Entonces podrías pensar, desde esa soledad
Que te he hecho falta, tal vez
Que yo te extraño igual…

Y yo no intento recuperar el tiempo
que hemos perdido huyendo de un destino
que nos llevaba como corrientes al mar
que siempre abría caminos para volver a amar
y me detengo en esto del día a día
y entre tanto absurdo y tanta melancolía
sigo extrañando toda la ternura y caricias
que me solías regalar y pienso, por qué tenía que acabar…

Sólo nos quedan fragmentos en sepia
De los recuerdos de ese ayer
Y que no van a volver

Nos resignamos a un tiempo pasado
Vemos sonrisas difusas
De lo que un día fue la felicidad

Pero aún así, como cada mañana
Abro mis ojos de un sueño profundo
Y me despierto pensando
Que despiertas junto a mí
Y se mantiene inquieta la esperanza
De que algún decidas de nuevo
vivir sin miedos tu historia de amor
y completemos el sueño de esta canción…

RJ